El Leccionario Dominical de la Iglesia Episcopal (Leccionario Comun Revisado o en ingles RCL) para uso de los lectores de la Iglesia del Redentor en Astoria, Nueva York.

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jueves, 17 de diciembre de 2009

Primer Domingo después de Navidad todos los años

Este domingo tiene preferencia sobre las tres conmemoraciones que siguen al Día de Navidad. Si fuera necesario, la observancia de una, dos o todas ellas ha de ser pospuesta un día.

Colecta: Dios todopoderoso, tú has derramado sobre nosotros la nueva luz de tu Verbo encarnado: Concede que esta luz, que arde en nuestro corazón, resplandezca en nuestra vida; mediante nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Isaías 61:10-62:3 (DHH)
10 ¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria! Soy como un novio que se pone su corona o una novia que se adorna con sus joyas. 11 Porque así como nacen las plantas de la tierra y brotan los retoños en un jardín, así hará el Señor que brote su victoria y que todas las naciones entonen cantos de alabanza. 1 Por amor a ti, Sión, no me quedaré callado; por amor a ti, Jerusalén, no descansaré hasta que tu victoria brille como el amanecer y tu salvación como una antorcha encendida. 2 Las naciones verán tu salvación, todos los reyes verán tu gloria. Entonces tendrás un nombre nuevo que el Señor mismo te dará. 3 Tú serás una hermosa corona real en la mano del Señor tu Dios.

Salmo 147 (DHH)
1 ¡Aleluya! ¡Qué bueno es cantar himnos a nuestro Dios! ¡A él se le deben dulces alabanzas! 2 El Señor reconstruye a Jerusalén y reúne a los dispersos de Israel. 3 Él sana a los que tienen roto el corazón, y les venda las heridas. 4 Él determina el número de las estrellas, y a cada una le pone nombre. 5 Grande es nuestro Dios, y grande su poder; su inteligencia es infinita. 6 El Señor levanta a los humildes, pero humilla por completo a los malvados. 7 Canten al Señor con gratitud; canten himnos a nuestro Dios, al son del arpa. 8 Él cubre de nubes el cielo, prepara la lluvia para la tierra, hace crecer los pastos en los montes, 9 da de comer a los animales y a las crías de los cuervos cuando chillan. 10 No es la fuerza del caballo ni los músculos del hombre lo que más agrada al Señor; 11 a él le agradan los que lo honran, los que confían en su amor. 12 Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. 13 Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. 14 Él trae la paz a tu territorio y te satisface con lo mejor del trigo. 15 Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. 16 Él produce la nieve como si fuera lana, y esparce la escarcha como si fuera polvo. 17 Él envía el hielo en forma de granizo; con el frío que envía, el agua se congela. 18 Pero envía su palabra, y la derrite; hace soplar el viento, y el agua corre. 19 Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. 20 No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. ¡Aleluya!

Gálatas 3:23-25 ; 4:4-7 (DHH)
23 Antes de venir la fe, la ley nos tenía presos, esperando a que la fe fuera dada a conocer. 24 La ley era para nosotros como el esclavo que vigila a los niños, hasta que viniera Cristo, para que por la fe obtuviéramos la justicia. 25 Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos a cargo de ese esclavo que era la ley, 4 Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, 5 para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios. 6 Y porque ya somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: "¡Abbá! ¡Padre!" 7 Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero.

Juan 1:1-18 (DHH)
1 En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. 2 Él estaba en el principio con Dios. 3 Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. 5 Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla. 6 Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió 7 como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía. 8 Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz. 9 La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo. 10 Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. 11 Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. 12 Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. 13 Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado. 14 Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad. 15 Juan dio testimonio de él, diciendo: "Este es aquel a quien yo me refería cuando dije que el que viene después de mí es más importante que yo, porque existía antes que yo." 16 De su abundancia todos hemos recibido un don en vez de otro; 17 porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer.

 

Navidad opción III todos los años RCL

Colectas buscar en la opción

Isaías 52:7-10 (DHH)
7 ¡Qué hermoso es ver llegar por las colinas al que trae buenas noticias, al que trae noticias de paz, al que anuncia la liberación y dice a Sión: "Tu Dios es rey"! 8 ¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz y a una dan gritos de triunfo, porque ven con sus propios ojos cómo vuelve el Señor a Sión. 9 ¡Estallen en gritos de triunfo, ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha tenido compasión de su pueblo, ha liberado a Jerusalén! 10 El Señor ha mostrado su poder a la vista de todas las naciones. Por toda la tierra se sabrá que nuestro Dios nos ha salvado.

Salmo 98 (DHH)
1 ¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! 2 El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; 3 ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. ¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! 4 Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. 5 Canten himnos al Señor al son del arpa, al son de los instrumentos de cuerda. 6 Canten con alegría ante el Señor, el Rey, al son de los instrumentos de viento. 7 Que brame el mar y todo lo que contiene, el mundo y sus habitantes; 8 que aplaudan los ríos; que se unan las montañas en gritos de alegría 9 delante del Señor, que viene a gobernar la tierra. Él gobernará a los pueblos del mundo con rectitud e igualdad.

Hebreos 1:1-12 (DHH)
1 En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas. 2 Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas. 3 Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, 4 y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido en herencia un título mucho más importante que el de ellos. 5 Porque Dios nunca dijo a ningún ángel: "Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy." Ni dijo tampoco de ningún ángel: "Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí." 6 Pero en otro lugar, al presentar a su Hijo primogénito al mundo, dice: "Que todos los ángeles de Dios lo adoren." 7 Respecto a los ángeles, Dios dice: "Hace que sus ángeles sean como vientos, y como llamas de fuego sus servidores." 8 Pero respecto al Hijo, dice: "Tu reinado, oh Dios, es eterno, y es un reinado de justicia. 9 Has amado lo bueno y odiado lo malo; por eso te ha escogido Dios, tu Dios, y te ha colmado de alegría más que a tus compañeros." 10 También dice: "Tú, oh Señor, afirmaste la tierra desde el principio; tú mismo hiciste el cielo. 11 Todo ello dejará de existir, pero tú permaneces para siempre. Todo ello se gastará como la ropa; 12 ¡lo doblarás como se dobla un vestido, lo cambiarás como quien se cambia de ropa! Pero tú eres el mismo; tu vida no terminará."

Juan 1:1-14 (DHH)
1 En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. 2 Él estaba en el principio con Dios. 3 Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. 5 Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla. 6 Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió 7 como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía. 8 Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz. 9 La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo. 10 Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. 11 Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. 12 Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. 13 Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado. 14 Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.

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Navidad opción II todos los años RCL

La selección de colectas está en la opción I

Isaías 62:6-12 (DHH)
6 Jerusalén, en tus murallas he puesto centinelas que ni de día ni de noche dejan de decir: "No se queden callados los que invocan al Señor, 7 no lo dejen descansar hasta que haya reconstruido a Jerusalén y haya hecho que todo el mundo la alabe." 8 El Señor ha jurado alzando su poderoso brazo derecho: "Nunca más permitiré que tus enemigos se coman tu trigo ni que los extranjeros se beban el vino que has hecho con tu trabajo; 9 sino que ustedes mismos recogerán la cosecha, se la comerán y me alabarán a mí; y recogerán las uvas y beberán el vino en los atrios de mi santo templo." 10 Salgan, salgan por las puertas, preparen el camino para mi pueblo. Construyan con cuidado la calzada y límpienla de piedras; levanten la señal para llamar a las naciones. 11 El Señor anuncia esto hasta el extremo de la tierra: "Digan a la ciudad de Sión que ha llegado ya su salvador. El Señor trae a su pueblo después de haberlo rescatado." 12 A los israelitas los llamarán "El pueblo santo", "Los libertados por el Señor", y a Jerusalén, "La ciudad deseada", "La ciudad no abandonada".

salmo 97 (DHH)
1 ¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! 2 Está rodeado de espesas nubes; la justicia y el derecho sostienen su trono; 3 el fuego va delante de él y quema a los enemigos que lo rodean. 4 Sus relámpagos iluminan el mundo; ¡la tierra tiembla al verlos! 5 Las montañas se derriten como cera ante el Señor, ante el dueño de toda la tierra. 6 Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. 7 Quedan humillados los que adoran ídolos, los que se sienten orgullosos de ellos. ¡Todos los dioses se inclinan ante él! 8 Oh Señor, Sión y las ciudades de Judá se alegran mucho por tus decretos; 9 pues tú, Señor altísimo, estás por encima de toda la tierra y mucho más alto que todos los dioses. 10 El Señor ama a los que odian el mal; protege la vida de los que le son fieles; los libra de caer en manos de malvados. 11 La luz brilla para el hombre bueno; la alegría es para la gente honrada. 12 ¡Alégrense en el Señor, hombres buenos, y alaben su santo nombre!

Titos 3:4-7 (DHH)
4 Pero Dios nuestro Salvador mostró su bondad y su amor por la humanidad, 5 y, sin que nosotros hubiéramos hecho nada bueno, por pura misericordia nos salvó lavándonos y regenerándonos, y dándonos nueva vida por el Espíritu Santo. 6 Pues por medio de Jesucristo nuestro Salvador nos dio en abundancia el Espíritu Santo, 7 para que, después de hacernos justos por su bondad, tengamos la esperanza de recibir en herencia la vida eterna.

Lucas 2:1-20 (DHH)
1 Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. 2 Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. 3 Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo. 4 Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. 5 Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. 6 Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. 7 Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón. 8 Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. 9 De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. 10 Pero el ángel les dijo: "No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: 11 Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo." 13 En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: 14 "¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!" 15 Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros: —Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. 16 Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. 17 Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, 18 y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. 19 María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. 20 Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.

 

Navidad opción I todos los años RCL

Colectas: Oh Dios, tú nos alegras anualmente con la festividad del nacimiento de tu único Hijo Jesucristo: Concédenos que, así como le recibimos con júbilo como Redentor, de la misma manera le contemplemos con segura confianza cuando venga a ser nuestro Juez; quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

o la siguiente:

Oh Dios, que has hecho resplandecer esta noche santa con la claridad de la Luz verdadera: Concede a los que hemos conocido el misterio de esa Luz en la tierra, que también nos gocemos de él plenamente, en el cielo; donde vive y reina contigo y el Espíritu santo, un solo Dios, en gloria eterna. Amén.

O bien:

Omnipotente Dios, tú has dado a tu unigénito Hijo para asumir nuestra naturaleza, y nacer [este día] de una virgen pura: Concede que, siendo nacidos de nuevo y hechos tus hijos por adopción y gracia, seamos renovados cada día con tu Espíritu Santo; mediante nuestro Señor Jesucristo, a quien contigo y el mismo Espíritu sea el honor y la gloria, ahora y por siempre. Amén.

Isaías 9:2-7 (DHH)

2 El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en tinieblas. 3 Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo. Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha, como se alegran los que se reparten grandes riquezas. 4 Porque tú has deshecho la esclavitud que oprimía al pueblo, la opresión que lo afligía, la tiranía a que estaba sometido. Fue como cuando destruiste a Madián. 5 Las botas que hacían resonar los soldados y los vestidos manchados de sangre serán quemados, destruidos por el fuego. 6 Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz. 7 Se sentará en el trono de David; extenderá su poder real a todas partes y la paz no se acabará; su reinado quedará bien establecido, y sus bases serán la justicia y el derecho desde ahora y para siempre. Esto lo hará el ardiente amor del Señor todopoderoso.

Salmo 96 (DHH)

1 Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; 2 canten al Señor, bendigan su nombre; anuncien día tras día su salvación. 3 Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones, 4 porque el Señor es grande y muy digno de alabanza: ¡más terrible que todos los dioses! 5 Los dioses de otros pueblos no son nada, pero el Señor hizo los cielos. 6 ¡Hay gran esplendor en su presencia! ¡Hay poder y belleza en su santuario! 7 Den al Señor, familias de los pueblos, den al Señor el poder y la gloria; 8 den al Señor la honra que merece; entren a sus atrios con ofrendas, 9 adoren al Señor en su hermoso santuario. ¡Que todo el mundo tiemble delante de él! 10 Digan a las naciones: "¡El Señor es Rey!" Él afirmó el mundo, para que no se mueva; él gobierna a los pueblos con igualdad. 11 ¡Que se alegren los cielos y la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene! 12 ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! ¡Que griten de alegría los árboles del bosque, 13 delante del Señor, que viene! ¡Sí, él viene a gobernar la tierra, y gobernará a los pueblos del mundo con justicia y con verdad!

Tito 2:11-14 (DHH)

11 Pues Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer la salvación a toda la humanidad. 12 Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad, 13 mientras llega el feliz cumplimiento de nuestra esperanza: el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. 14 Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos completamente, haciendo de nosotros el pueblo de su propiedad, empeñados en hacer el bien.

Lucas 2:1-20 (DHH)

1 Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. 2 Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. 3 Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo. 4 Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. 5 Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. 6 Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. 7 Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón. 8 Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. 9 De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. 10 Pero el ángel les dijo: "No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: 11 Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo." 13 En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: 14 "¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!" 15 Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros: —Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. 16 Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. 17 Cuando lo vieron

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Adviento 4 Año C RCL

Miqueas 5:2-5 (DHH)

2 En cuanto a ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá un gobernante de Israel que desciende de una antigua familia." 3 Ahora el Señor deja a los suyos, pero solo hasta que dé a luz la mujer que está esperando un hijo. Entonces se reunirán con sus compatriotas los israelitas que están en el destierro. 4 El rey se levantará para pastorear a su pueblo con el poder y la majestad del Señor su Dios, y ellos podrán vivir en paz, porque el Señor será engrandecido hasta el último rincón de la tierra. 5 Él traerá la paz. Cuando los asirios invadan nuestro país y entren en nuestros palacios, enviaremos contra ellos siete jefes y ocho hombres importantes.

Cántico de María Magnificat

San Lucas 1:46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, *

porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, *

porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;

su Nombre es santo.

Su misericordia llega a sus fieles, *

de generación en generación.

El hace proezas con su brazo; *

dispersa a los soberbios de corazón.

Derriba del trono a los poderosos, *

y enaltece a los humildes.

A los hambrientos los colma de bienes, *

y a los ricos despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, *

acordándose de la misericordia,

Como lo había prometido a nuestros padres, *

en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

O esta

salmo 80:1-7 (DHH)

1 Pastor de Israel, que guías a José como a un rebaño, que tienes tu trono sobre los querubines, ¡escucha! ¡Mira con buenos ojos a Efraín, 2 Benjamín y Manasés! ¡Despierta y ven a salvarnos con tu poder! 3 Oh Dios, ¡haz que volvamos a ser lo que fuimos! ¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo! 4 Señor, Dios todopoderoso, ¿hasta cuándo estarás enojado con la oración de tu pueblo? 5 Nos has dado lágrimas por comida; por bebida, lágrimas en abundancia. 6 Nos has convertido en la burla de nuestros vecinos, y nuestros enemigos se ríen de nosotros. 7 Dios todopoderoso, ¡haz que volvamos a ser lo que fuimos! ¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo!


 

Hebreos 10:5-10 (DHH)

5 Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios: "No quieres sacrificio ni ofrendas, sino que me has dado un cuerpo. 6 No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado. 7 Entonces dije: 'Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro, para hacer tu voluntad, oh Dios.' " 8 En primer lugar, dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer. 9 Y después añade: "Aquí vengo para hacer tu voluntad." Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo. 10 Dios nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre.


 

Lucas 1:39-55 (DHH)

39 Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, 40 y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. 42 Entonces, con voz muy fuerte, dijo: —¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! 43 ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? 44 Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. 45 ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho! 46 María dijo: "Mi alma alaba la grandeza del Señor; 47 mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. 48 Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; 49 porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! 50 Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. 51 Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, 52 derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. 53 Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. 54 Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. 55 Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes."


 

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

Adviento 3 Año C RCL

Sofonías 3:14-20 (DHH)

14 ¡Canta, ciudad de Sión! ¡Da voces de alegría, pueblo de Israel! ¡Alégrate, Jerusalén, alégrate de todo corazón! 15 El Señor ha retirado la sentencia contra ti y ha rechazado a tus enemigos. El Señor, el Rey de Israel, está en medio de ti: ya no tendrás que temer mal alguno. 16 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: "¡No tengas miedo, Sión, ni dejes que tus manos queden sin fuerzas!" 17 El Señor tu Dios está en medio de ti; ¡él es poderoso, y te salvará! El Señor estará contento de ti. Con su amor te dará nueva vida; en su alegría cantará 18 como en día de fiesta. 19 En aquel tiempo actuaré en contra de todos los que te oprimen. Ayudaré a la oveja que cojea y recogeré a la extraviada; convertiré en honor y fama, en toda la tierra, los desprecios que les hicieron. 20 En aquel tiempo los traeré a ustedes, los reuniré; haré que cambie su suerte, y les daré fama y honor entre todos los pueblos de la tierra. Yo, el Señor, lo he dicho."

Primer Cántico de Isaías Ecce, Deus

Isaías 12:2-6

He aquí es Dios quien me salva; *

confiaré en él y no temeré.

Mi fortaleza y mi refugio es el Señor; *

él se hizo mi Salvador.

Sacarán ustedes aguas con júbilo *

de las fuentes de salvación.

Aquel día dirán: *

Den gracias al Señor e invoquen su Nombre.

Cuenten a los pueblos sus hazañas; *

pregonen que su Nombre es excelso.

Canten alabanzas al Señor, porque ha hecho cosas sublimes, *

y esto es conocido por toda la tierra.

Vitoreen, habitantes de Sión, con gritos de júbilo, *

porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Filipenses 4:4-7 (DHH)

4 Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense! 5 Que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca. 6 No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. 7 Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.


 

Lucas 3:7-18 (DHH)

7 Cuando la gente salía para que Juan los bautizara, él les decía: "¡Raza de víboras! ¿Quién les ha dicho a ustedes que van a librarse del terrible castigo que se acerca? 8 Pórtense de tal modo que se vea claramente que se han vuelto al Señor, y no vayan a decir entre ustedes: '¡Nosotros somos descendientes de Abraham!'; porque les aseguro que incluso a estas piedras Dios puede convertirlas en descendientes de Abraham. 9 Además, el hacha ya está lista para cortar los árboles de raíz. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego." 10 Entonces la gente le preguntó: —¿Qué debemos hacer? 11 Juan les contestó: —El que tenga dos trajes, dele uno al que no tiene ninguno; y el que tenga comida, compártala con el que no la tiene. 12 Se acercaron también para ser bautizados algunos de los que cobraban impuestos para Roma, y le preguntaron a Juan: —Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros? 13 Juan les dijo: —No cobren más de lo que deben cobrar. 14 También algunos soldados le preguntaron: —Y nosotros, ¿qué debemos hacer? Les contestó: —No le quiten nada a nadie, ni con amenazas ni acusándolo de algo que no haya hecho; y confórmense con su sueldo. 15 La gente estaba en gran expectativa, y se preguntaba si tal vez Juan sería el Mesías; 16 pero Juan les dijo a todos: "Yo, en verdad, los bautizo con agua; pero viene uno que los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. 17 Trae su aventador en la mano, para limpiar el trigo y separarlo de la paja. Guardará el trigo en su granero, pero quemará la paja en un fuego que nunca se apagará." 18 De este modo, y con otros muchos consejos, Juan anunciaba la buena noticia a la gente.


 

[1]

[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

Adviento 2 Año C RCL

Baruc 5:1-9 (DHH)

1 ¡Jerusalén, quítate tu ropa de luto y aflicción, y vístete de gala con el esplendor eterno que Dios te da! 2 Vístete la túnica de la victoria de Dios, y ponte en la cabeza la corona de gloria del Eterno. 3 Dios mostrará en toda la tierra tu esplendor, 4 pues el nombre eterno que Dios te dará es: "Paz en la justicia y gloria en el servicio a Dios." 5 ¡Levántate, Jerusalén, colócate en lugar alto, mira hacia el oriente y verás cómo vienen tus hijos de oriente y occidente, reunidos por orden del Dios santo, alegres al ver que Dios se acordó de ellos! 6 Cuando se alejaron de ti, iban a pie, llevados por sus enemigos; pero Dios te los traerá gloriosamente, como reyes en su trono. 7 Dios ha ordenado que se aplanen los altos montes y las colinas eternas, que las cañadas se rellenen y la tierra quede plana, para que Israel pase por ellos tranquilamente, guiado por la gloria de Dios. 8 Los bosques y todos los árboles olorosos darán sombra a Israel por orden de Dios, 9 porque él guiará a Israel con alegría, a la luz de su gloria, y le mostrará su amor y su justicia.

O esta

Malaquías 3:1-4 (DHH)

1 El Señor todopoderoso dice: "Voy a enviar mi mensajero para que me prepare el camino. El Señor, a quien ustedes están buscando, va a entrar de pronto en su templo. ¡Ya llega el mensajero de la alianza que ustedes desean!" 2 Pero ¿quién podrá resistir el día de su venida? ¿Quién podrá entonces permanecer en pie? Pues llegará como un fuego, para purificarnos; será como un jabón que quitará nuestras manchas. 3 El Señor se sentará a purificar a los sacerdotes, los descendientes de Leví, como quien purifica la plata y el oro en el fuego. Después ellos podrán presentar su ofrenda al Señor, tal como deben hacerlo. 4 El Señor se alegrará entonces de la ofrenda de Judá y Jerusalén, igual que se alegraba de ella en otros tiempos.

Cántico de Zacarías Benedictus Dominus Deus

San Lucas 1:68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel, *

porque ha visitado y redimido a su pueblo,

Suscitándonos un poderoso Salvador *

en la casa de David su siervo, Según lo había predicho desde antiguo *

por boca de sus santos profetas. Es el Salvador que nos libra de nuestros enemigos,

y de la mano de todos los que nos odian, Realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, *

recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán;

Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, *

le sirvamos con santidad y justicia en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, *

porque irás delante del Señor a preparar sus caminos,

Anunciando a su pueblo la salvación, *

el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, *

nos visitará el sol que nace de lo alto,

Para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, *

para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Filipenses 1:3-11 (DHH)

3 Cada vez que me acuerdo de ustedes doy gracias a mi Dios; 4 y cuando oro, siempre pido con alegría por todos ustedes; 5 pues ustedes se han hecho solidarios con la causa del evangelio, desde el primer día hasta hoy. 6 Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese. 7 Es muy justo que yo piense así de todos ustedes, porque los llevo dentro de mi corazón y porque todos ustedes son solidarios conmigo de la bondad que Dios me ha mostrado, ya sea que esté yo en la cárcel o que me presente delante de las autoridades para defender y confirmar el anuncio del evangelio. 8 Pues Dios sabe cuánta nostalgia siento de todos ustedes, con el tierno amor que me infunde Cristo Jesús. 9 Pido en mi oración que su amor siga creciendo más y más todavía, y que Dios les dé sabiduría y entendimiento, 10 para que sepan escoger siempre lo mejor. Así podrán vivir una vida limpia, y avanzar sin tropiezos hasta el día en que Cristo vuelva; 11 pues ustedes presentarán una abundante cosecha de buenas acciones gracias a Jesucristo, para honra y gloria de Dios.

Lucas 3:1-6 (DHH)

1 Era el año quince del gobierno del emperador Tiberio, y Poncio Pilato era gobernador de Judea. Herodes gobernaba en Galilea, su hermano Filipo gobernaba en Iturea y Traconítide, y Lisanias gobernaba en Abilene. 2 Anás y Caifás eran los sumos sacerdotes. Por aquel tiempo, Dios habló en el desierto a Juan, el hijo de Zacarías, 3 y Juan pasó por todos los lugares junto al río Jordán, diciendo a la gente que ellos debían volverse a Dios y ser bautizados, para que Dios les perdonara sus pecados. 4 Esto sucedió como está escrito en el libro del profeta Isaías: "Una voz grita en el desierto: 'Preparen el camino del Señor; ábranle un camino recto. 5 Todo valle será rellenado, todo cerro y colina será nivelado, los caminos torcidos serán enderezados, y allanados los caminos disparejos. 6 Todo el mundo verá la salvación que Dios envía.' "

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

ADVIENTO 1 AñO C RCL

Jeremías 33:14-16 (DHH)

14 El Señor afirma: "Llegará el día en que cumpliré las promesas de bendición que hice al pueblo de Israel y de Judá. 15 Cuando llegue ese tiempo y ese día, haré que David tenga un descendiente legítimo, que establecerá la justicia y la rectitud en el país. 16 En aquel tiempo Judá estará a salvo y Jerusalén vivirá segura. Este es el nombre con que la llamarán: 'El Señor es nuestra victoria.'

salmo 25:1-9 (DHH)

1 Señor, a ti dirijo mi oración; 2 mi Dios, en ti confío: no dejes que me hunda en la vergüenza. ¡Que no se rían de mí mis enemigos! 3 ¡Que no sea jamás avergonzado ninguno de los que en ti confían! ¡Que sean puestos en vergüenza los que sin motivo se rebelan contra ti! 4 Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; 5 guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas! 6 Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado, 7 pero no te acuerdes de mis pecados ni del mal que hice en mi juventud. Señor, acuérdate de mí, por tu gran amor y bondad. 8 El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores 9 y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia!

1 TESALONICENSES 3:9-13 (DHH)

9 ¿Cómo podremos dar suficientes gracias a nuestro Dios por ustedes y por el mucho gozo que a causa de ustedes tenemos delante de él? 10 Día y noche suplicamos a Dios que nos permita verlos personalmente y completar lo que todavía falte en su fe. 11 Deseamos que Dios mismo nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús, nos ayuden para que podamos ir a visitarlos. 12 Y que el Señor los haga crecer y tener todavía más amor los unos para con los otros y para con todos, como nosotros los amamos a ustedes. 13 Que los haga firmes en sus corazones, santos e irreprochables delante de Dios nuestro Padre cuando regrese nuestro Señor Jesús con todo su pueblo santo. Amén.

Lucas 21:25-36 (DHH)

25 "Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra las naciones estarán confusas y se asustarán por el terrible ruido del mar y de las olas. 26 La gente se desmayará de miedo al pensar en lo que va a sucederle al mundo; pues hasta las fuerzas celestiales serán sacudidas. 27 Entonces se verá al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria. 28 Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados." 29 También les puso esta comparación: "Fíjense en la higuera, o en cualquier otro árbol. 30 Cuando ven que brotan las hojas, se dan cuenta ustedes de que ya está cerca el verano. 31 De la misma manera, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios ya está cerca. 32 "Les aseguro que todo esto sucederá antes que muera la gente de este tiempo. 33 El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. 34 "Tengan cuidado y no dejen que sus corazones se hagan insensibles por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no caiga de pronto sobre ustedes 35 como una trampa. Porque vendrá sobre todos los habitantes de la tierra. 36 Estén ustedes preparados, orando en todo tiempo, para que puedan escapar de todas estas cosas que van a suceder y para que puedan presentarse delante del Hijo del hombre."

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

domingo, 26 de abril de 2009

Tercer Domingo de Pascua, B, RCL

Colecta: Oh Dios, cuyo bendito Hijo se dio a conocer a sus discípulos en la fracción del pan: Abre los ojos de nuestra fe, para que podamos contemplarle en toda su obra redentora; quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Hechos 3:12-19 (DHH)

12 Pedro, al ver esto, les dijo: "¿Por qué se asombran ustedes, israelitas? ¿Por qué nos miran como si nosotros mismos hubiéramos sanado a este hombre y lo hubiéramos hecho andar por medio de algún poder nuestro o por nuestra piedad? 13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha dado el más alto honor a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a las autoridades y a quien ustedes rechazaron, después que Pilato había decidido soltarlo. 14 En vez de pedir la libertad de aquel que era santo y justo, ustedes pidieron que se soltara a un criminal. 15 Y así mataron ustedes al que nos lleva a la vida. Pero Dios lo resucitó, y de esto nosotros somos testigos. 16 Lo que ha hecho cobrar fuerzas a este hombre que ustedes ven y conocen, es la fe en el nombre de Jesús. Esa fe en Jesús es la que lo ha hecho sanar completamente, como todos ustedes pueden ver. 17 "Ya sé, hermanos, que cuando ustedes y sus jefes mataron a Jesús, lo hicieron sin saber en realidad lo que estaban haciendo. 18 Pero Dios cumplió de este modo lo que antes había anunciado por medio de todos sus profetas: que su Mesías tenía que morir. 19 Por eso, vuélvanse ustedes a Dios y conviértanse, para que él les borre sus pecados

Salmo 4 Cum invocarem (BCP)


 

1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; *

cuando estaba en angustia, tú me libraste; ten misericordia de mí, y escucha mi oración.

2 "Mortales, ¿hasta cuándo volverán mi honra en infamia, *

amarán la vanidad, y buscarán la mentira?"

3 Sepan, pues, que el Señor ha escogido a los fieles para sí; *

el Señor oirá cuando yo a él clamare.

4 Tiemblen y no pequen; *

mediten en su corazón estando en su cama, y callen. 5

5 Ofrezcan sacrificios rectos, *

y confíen en el Señor.

6 Muchos son los que dicen: "¿Quién nos mostrará el bien?" *

Alza sobre nosotros, oh Señor, la luz de tu rostro.

7 Tú diste alegría a mi corazón, *

mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

8 En paz me acostaré, y en seguida dormiré; *

porque sólo tú, oh Señor, me haces vivir seguro.

1 Juan 3:1-7 (DHH)

1 Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. 2 Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. 3 Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro. 4 Pero todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad. 5 Ustedes ya saben que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecados, y que él no tiene pecado alguno. 6 Así pues, todo el que permanece unido a él, no sigue pecando; pero todo el que peca, no lo ha visto ni lo ha conocido. 7 Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo;


 

Lucas 24:36-48 (DHH)

36 Estaban todavía hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo: —Paz a ustedes. 37 Ellos se asustaron mucho, pensando que estaban viendo un espíritu. 38 Pero Jesús les dijo: —¿Por qué están asustados? ¿Por qué tienen esas dudas en su corazón? 39 Miren mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo yo. 40 Al decirles esto, les enseñó las manos y los pies. 41 Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro que sentían, Jesús les preguntó: —¿Tienen aquí algo que comer? 42 Le dieron un pedazo de pescado asado, 43 y él lo aceptó y lo comió en su presencia. 44 Luego les dijo: —Lo que me ha pasado es aquello que les anuncié cuando estaba todavía con ustedes: que había de cumplirse todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos. 45 Entonces hizo que entendieran las Escrituras, 46 y les dijo: —Está escrito que el Mesías tenía que morir, y resucitar al tercer día, 47 y que en su nombre se anunciará a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Comenzando desde Jerusalén, 48 ustedes deben dar testimonio de estas cosas.


 

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

viernes, 24 de abril de 2009

Cuarto Domingo de Pascua, B, RCL

Colecta: Oh Dios, cuyo Hijo Jesús es el buen pastor de tu pueblo: Concede que, al escuchar su voz, reconozcamos a aquél que llama a cada uno de nosotros por su nombre, y le sigamos a donde nos guíe; quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Hechos 4:5-12 (DHH)

5 Al día siguiente se reunieron en Jerusalén los jefes de los judíos, los ancianos y los maestros de la ley. 6 Allí estaban también el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan, Alejandro y todos los que pertenecían a la familia de los sumos sacerdotes. 7 Ordenaron que les llevaran a Pedro y a Juan, y poniéndolos en medio de ellos les preguntaron: —¿Con qué autoridad, o en nombre de quién han hecho ustedes estas cosas? 8 Pedro, lleno del Espíritu Santo, les contestó: —Jefes del pueblo y ancianos: 9 ustedes nos preguntan acerca del bien hecho a un enfermo, para saber de qué manera ha sido sanado. 10 Pues bien, declaramos ante ustedes y ante todo el pueblo de Israel que este hombre que está aquí, delante de todos, ha sido sanado en el nombre de Jesucristo de Nazaret, el mismo a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó. 11 Este Jesús es la piedra que ustedes los constructores despreciaron, pero que se ha convertido en la piedra principal. 12 En ningún otro hay salvación, porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos.

Salmo 23 Dominus regit me (BCP)

  1. El Señor es mi pastor; *

    nada me faltará.

  2. En verdes pastos me hace yacer; *

    me conduce hacia aguas tranquilas.

  3. Aviva mi alma *

    y me guía por sendas seguras por amor de su Nombre.

  4. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; *

    porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.

  5. Aderezarás mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores; *

    unges mi cabeza con óleo; mi copa está rebosando.

  6. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, *

    y en la casa del Señor moraré por largos días.


     

1 Juan 3:16-24 (DHH)

16 Conocemos lo que es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros; así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. 17 Pues si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón? 18 Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos. 19 De esta manera sabremos que somos de la verdad, y podremos sentirnos seguros delante de Dios; 20 pues si nuestro corazón nos acusa de algo, Dios es más grande que nuestro corazón, y lo sabe todo. 21 Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Dios; 22 y él nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. 23 Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. 24 Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.

Juan 10:11-18 (DHH)

11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; 12 pero el que trabaja solamente por la paga, cuando ve venir al lobo deja las ovejas y huye, porque no es el pastor y porque las ovejas no son suyas. Y el lobo ataca a las ovejas y las dispersa en todas direcciones. 13 Ese hombre huye porque lo único que le importa es la paga, y no las ovejas. 14 "Yo soy el buen pastor. Así como mi Padre me conoce a mí y yo conozco a mi Padre, así también yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; y también a ellas debo traerlas. Ellas me obedecerán, y formarán un solo rebaño, con un solo pastor. 17 "El Padre me ama porque yo doy mi vida para volverla a recibir. 18 Nadie me quita la vida, sino que yo la doy por mi propia voluntad. Tengo el derecho de darla y de volver a recibirla. Esto es lo que me ordenó mi Padre."

[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.Acts 4:5-12

Tercer Domingo de Pascua, B, RCL

Colecta: Oh Dios, cuyo bendito Hijo se dio a conocer a sus discípulos en la fracción del pan: Abre los ojos de nuestra fe, para que podamos contemplarle en toda su obra redentora; quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Hechos 3:12-19 (DHH)

12 Pedro, al ver esto, les dijo: "¿Por qué se asombran ustedes, israelitas? ¿Por qué nos miran como si nosotros mismos hubiéramos sanado a este hombre y lo hubiéramos hecho andar por medio de algún poder nuestro o por nuestra piedad? 13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha dado el más alto honor a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a las autoridades y a quien ustedes rechazaron, después que Pilato había decidido soltarlo. 14 En vez de pedir la libertad de aquel que era santo y justo, ustedes pidieron que se soltara a un criminal. 15 Y así mataron ustedes al que nos lleva a la vida. Pero Dios lo resucitó, y de esto nosotros somos testigos. 16 Lo que ha hecho cobrar fuerzas a este hombre que ustedes ven y conocen, es la fe en el nombre de Jesús. Esa fe en Jesús es la que lo ha hecho sanar completamente, como todos ustedes pueden ver. 17 "Ya sé, hermanos, que cuando ustedes y sus jefes mataron a Jesús, lo hicieron sin saber en realidad lo que estaban haciendo. 18 Pero Dios cumplió de este modo lo que antes había anunciado por medio de todos sus profetas: que su Mesías tenía que morir. 19 Por eso, vuélvanse ustedes a Dios y conviértanse, para que él les borre sus pecados

Salmo 4 Cum invocarem (BCP)


 

1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; *

cuando estaba en angustia, tú me libraste; ten misericordia de mí, y escucha mi oración.

2 "Mortales, ¿hasta cuándo volverán mi honra en infamia, *

amarán la vanidad, y buscarán la mentira?"

3 Sepan, pues, que el Señor ha escogido a los fieles para sí; *

el Señor oirá cuando yo a él clamare.

4 Tiemblen y no pequen; *

mediten en su corazón estando en su cama, y callen. 5

5 Ofrezcan sacrificios rectos, *

y confíen en el Señor.

6 Muchos son los que dicen: "¿Quién nos mostrará el bien?" *

Alza sobre nosotros, oh Señor, la luz de tu rostro.

7 Tú diste alegría a mi corazón, *

mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

8 En paz me acostaré, y en seguida dormiré; *

porque sólo tú, oh Señor, me haces vivir seguro.

1 Juan 3:1-7 (DHH)

1 Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. 2 Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. 3 Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro. 4 Pero todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad. 5 Ustedes ya saben que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecados, y que él no tiene pecado alguno. 6 Así pues, todo el que permanece unido a él, no sigue pecando; pero todo el que peca, no lo ha visto ni lo ha conocido. 7 Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo;


 

Lucas 24:36-48 (DHH)

36 Estaban todavía hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo: —Paz a ustedes. 37 Ellos se asustaron mucho, pensando que estaban viendo un espíritu. 38 Pero Jesús les dijo: —¿Por qué están asustados? ¿Por qué tienen esas dudas en su corazón? 39 Miren mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo yo. 40 Al decirles esto, les enseñó las manos y los pies. 41 Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro que sentían, Jesús les preguntó: —¿Tienen aquí algo que comer? 42 Le dieron un pedazo de pescado asado, 43 y él lo aceptó y lo comió en su presencia. 44 Luego les dijo: —Lo que me ha pasado es aquello que les anuncié cuando estaba todavía con ustedes: que había de cumplirse todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos. 45 Entonces hizo que entendieran las Escrituras, 46 y les dijo: —Está escrito que el Mesías tenía que morir, y resucitar al tercer día, 47 y que en su nombre se anunciará a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Comenzando desde Jerusalén, 48 ustedes deben dar testimonio de estas cosas.


 

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

sábado, 18 de abril de 2009

Segundo Domingo de Pascua, Ciclo B, (RCL)

Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que en el misterio Pascual has establecido el nuevo pacto de la reconciliación: Concede a todos los que nacen de nuevo en la comunión del Cuerpo de Cristo que manifiesten en sus vidas lo que por fe profesan; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Hechos 4:32-35 (DHH)

32 Todos los creyentes, que eran muchos, pensaban y sentían de la misma manera. Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas, sino que eran de todos. 33 Los apóstoles seguían dando un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos. 34 No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes tenían terrenos o casas, los vendían, y el dinero 35 lo ponían a disposición de los apóstoles, para repartirlo entre todos según las necesidades de cada uno.

Salmo 133 Ecce, quam bonum!

1 ¡Oh cuán bueno y agradable es *

convivir los hermanos en unidad!

2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, *

el cual desciende sobre la barba,

3 Sobre la barba de Aarón, *

y baja hasta el collar de sus vestiduras.

4 Es como el rocío del Hermón, *

que desciende sobre los montes de Sión;

5 Porque allí manda el Señor la bendición: *

la vida por siempre jamás.

1 Juan 1:1-2:2 (DHH)

1 Les escribimos a ustedes acerca de aquello que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la Palabra de vida. 2 Esta vida se manifestó: nosotros la vimos y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes esta vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos ha manifestado. 3 Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén unidos con nosotros, como nosotros estamos unidos con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo. 4 Escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa. 5 Este es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay ninguna oscuridad. 6 Si decimos que estamos unidos a él, y al mismo tiempo vivimos en la oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. 7 Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no hay verdad en nosotros; 9 pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos cometido pecado, hacemos que Dios parezca mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra. 1 Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan pecado. Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un defensor, que es Jesucristo, y él es justo. 2 Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados; y no solo los nuestros, sino los de todo el mundo.


 

Juan 20:19-31 (DHH)

19 Al llegar la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: —¡Paz a ustedes! 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. 21 Luego Jesús les dijo otra vez: —¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. 22 Y sopló sobre ellos, y les dijo: —Reciban el Espíritu Santo. 23 A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar. 24 Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. 25 Después los otros discípulos le dijeron: —Hemos visto al Señor. Pero Tomás les contestó: —Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer. 26 Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo: —¡Paz a ustedes! 27 Luego dijo a Tomás: —Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree! 28 Tomás entonces exclamó: —¡Mi Señor y mi Dios! 29 Jesús le dijo: —¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto! 30 Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. 31 Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él.

jueves, 2 de abril de 2009

Domingo de Ramos Domingo de la Pasión

Colecta:
Dios omnipotente y eterno, en tu tierno amor hacia el género humano, enviaste a tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo para asumir nuestra naturaleza, y padecer muerte en la cruz, mostrándonos ejemplo de su gran humildad: Concédenos, en tu misericordia, que caminemos por el sendero de su padecimiento y participemos también en su resurrección; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén

Liturgia de la Palmas

Marcos 11:1-11 (DHH)

1 Cuando ya estaban cerca de Jerusalén, al aproximarse a los pueblos de Betfagé y Betania, en el Monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, 2 diciéndoles: —Vayan a la aldea que está enfrente, y al entrar en ella encontrarán un burro atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo. 3 Y si alguien les pregunta por qué lo hacen, díganle que el Señor lo necesita y que en seguida lo devolverá. 4 Fueron, pues, y encontraron el burro atado en la calle, junto a una puerta, y lo desataron. 5 Algunos que estaban allí les preguntaron: —¿Qué hacen ustedes? ¿Por qué desatan el burro? 6 Ellos contestaron lo que Jesús les había dicho; y los dejaron ir. 7 Pusieron entonces sus capas sobre el burro, y se lo llevaron a Jesús. Y Jesús montó. 8 Muchos tendían sus capas por el camino, y otros tendían ramas que habían cortado en el campo. 9 Y tanto los que iban delante como los que iban detrás, gritaban: —¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! 10 ¡Bendito el reino que viene, el reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas! 11 Entró Jesús en Jerusalén y se dirigió al templo. Miró por todas partes y luego se fue a Betania con los doce discípulos, porque ya era tarde.


 

Salmo 118 Confitemini Domino


 

1 Den gracias al Señor, porque él es bueno; *

para siempre es su misericordia.

2 Diga ahora Israel: *

"Para siempre es su misericordia".

19 Abranme las puertas de justicia; *

entraré por ellas, y daré gracias al Señor.

20 "Esta es la puerta del Señor; *

por ella entrarán los justos".

21 Daré gracias porque me respondiste, *

y me has sido de salvación.

22 La misma piedra que desecharon los edificadores, *

ha venido a ser la cabeza del ángulo.

23 Esto es lo que ha hecho el Señor, *

y es maravilloso a nuestros ojos.

24 Este es el día en que actuó el Señor; *

regocijémonos y alegrémonos en él.

25 ¡Hosanna, oh Señor, hosanna! *

Señor, danos ahora la prosperidad.

26 Bendito el que viene en nombre del Señor; *

desde la casa del Señor le bendecimos.

27 Dios es el Señor; nos ha iluminado; *

formen una procesión con ramos

hasta los cuernos del altar.

28 "Tú eres mi Dios; te daré gracias; *

tú eres mi Dios; te ensalzaré".

29 Den gracias al Señor porque es bueno; *

para siempre es su misericordia.


 

Liturgia de la Pasión


 

Isaías 50:4-9 (DHH)

4 El Señor me ha instruido para que yo consuele a los cansados con palabras de aliento. Todas las mañanas me hace estar atento para que escuche dócilmente. 5 El Señor me ha dado entendimiento, y yo no me he resistido ni le he vuelto las espaldas. 6 Ofrecí mis espaldas para que me azotaran y dejé que me arrancaran la barba. No retiré la cara de los que me insultaban y escupían. 7 El Señor es quien me ayuda: por eso no me hieren los insultos; por eso me mantengo firme como una roca, pues sé que no quedaré en ridículo. 8 A mi lado está mi defensor: ¿Alguien tiene algo en mi contra? ¡Vayamos juntos ante el juez! ¿Alguien se cree con derecho a acusarme? ¡Que venga y me lo diga! 9 El Señor es quien me ayuda; ¿quién podrá condenarme? Todos mis enemigos desaparecerán como vestido comido por la polilla.


 

Salmo 31:9-16 In te, Domine, speravi


 

9 Ten misericordia de mí, oh Señor, que estoy en angustia; *

se han consumido de tristeza mis ojos, mi garganta también y mi vientre;

10 Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; *

se agotan mis fuerzas a causa de mi aflicción, y mis huesos se han consumido.

11 De todos mis enemigos he sido oprobio, y de mis vecinos mucho más, y pavor a mis conocidos; *los que me ven fuera huyen de mí.

12 He sido olvidado como un muerto, desechado de toda memoria; *

he venido a ser como un vaso quebrado.

13 Porque he oído el cuchicheo de muchos; "por todos lados hay miedo"; *

consultan juntos contra mí; conspiran para quitarme la vida.

14 Mas yo en ti confío, oh Señor; *

dije: "Tú eres mi Dios.

15 En tu mano está mi destino; *

líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.

16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; *

sálvame por tu misericordia".


 

Filipenses (DHH)

5 Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, 6 el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, 7 sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, 8 se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. 9 Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, 10 para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, 11 y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.


 

Marcos 14:1-15:47 (DHH)

1 Faltaban dos días para la fiesta de la Pascua, cuando se come el pan sin levadura. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley buscaban la manera de arrestar a Jesús por medio de algún engaño, y matarlo. 2 Pues algunos decían: —No durante la fiesta, para que la gente no se alborote. 3 Jesús había ido a Betania, a casa de Simón, al que llamaban el leproso. Mientras estaba sentado a la mesa, llegó una mujer que llevaba un frasco de alabastro lleno de perfume de nardo puro, de mucho valor. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. 4 Algunos de los presentes se enojaron, y se dijeron unos a otros: —¿Por qué se ha desperdiciado este perfume? 5 Podía haberse vendido por el equivalente al salario de trescientos días, para ayudar a los pobres. Y criticaban a aquella mujer. 6 Pero Jesús dijo: —Déjenla; ¿por qué la molestan? Ha hecho una obra buena conmigo. 7 Pues a los pobres siempre los tendrán entre ustedes, y pueden hacerles bien cuando quieran; pero a mí no siempre me van a tener. 8 Esta mujer ha hecho lo que ha podido: ha perfumado mi cuerpo de antemano para mi entierro. 9 Les aseguro que en cualquier lugar del mundo donde se anuncie la buena noticia, se hablará también de lo que hizo esta mujer, y así será recordada. 10 Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, fue a ver a los jefes de los sacerdotes para entregarles a Jesús. 11 Al oírlo, se alegraron y prometieron darle dinero a Judas, que comenzó a buscar el momento más oportuno de entregar a Jesús. 12 El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de Pascua, los discípulos de Jesús le preguntaron: —¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua? 13 Entonces envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: —Vayan a la ciudad. Allí encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo, 14 y donde entre, digan al dueño de la casa: 'El Maestro pregunta: ¿Cuál es el cuarto donde voy a comer con mis discípulos la cena de Pascua?' 15 Él les mostrará en el piso alto un cuarto grande, arreglado y ya listo para la cena. Prepárennos allí lo necesario. 16 Los discípulos salieron y fueron a la ciudad. Lo encontraron todo como Jesús les había dicho, y prepararon la cena de Pascua. 17 Al anochecer llegó Jesús con los doce discípulos. 18 Mientras estaban a la mesa, comiendo, Jesús les dijo: —Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar. 19 Ellos se pusieron tristes, y comenzaron a preguntarle uno por uno: —¿Acaso seré yo? 20 Jesús les contestó: —Es uno de los doce, que está mojando el pan en el mismo plato que yo. 21 El Hijo del hombre ha de recorrer el camino que dicen las Escrituras; pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Hubiera sido mejor para él no haber nacido. 22 Mientras comían, Jesús tomó en sus manos el pan y, habiendo pronunciado la bendición, lo partió y se lo dio a ellos, diciendo: —Tomen, esto es mi cuerpo. 23 Luego tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias a Dios, se la pasó a ellos, y todos bebieron. 24 Les dijo: —Esto es mi sangre, con la que se confirma la alianza, sangre que es derramada en favor de muchos. 25 Les aseguro que no volveré a beber del producto de la vid, hasta el día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios. 26 Después de cantar los salmos, se fueron al Monte de los Olivos. 27 Jesús les dijo: —Todos ustedes van a perder su fe en mí. Así lo dicen las Escrituras: 'Mataré al pastor, y las ovejas se dispersarán.' 28 Pero cuando yo resucite, los volveré a reunir en Galilea. 29 Pedro le dijo: —Aunque todos pierdan su fe, yo no. 30 Jesús le contestó: —Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo por segunda vez, me negarás tres veces. 31 Pero él insistía: —Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían lo mismo. 32 Luego fueron a un lugar llamado Getsemaní. Jesús dijo a sus discípulos: —Siéntense aquí, mientras yo voy a orar. 33 Y se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentirse muy afligido y angustiado. 34 Les dijo: —Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedes aquí, y permanezcan despiertos. 35 En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y pidió a Dios que, de ser posible, no le llegara ese momento. 36 En su oración decía: "Abbá, Padre, para ti todo es posible: líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú." 37 Luego volvió a donde ellos estaban, y los encontró dormidos. Le dijo a Pedro: —Simón, ¿estás durmiendo? ¿Ni siquiera una hora pudiste mantenerte despierto? 38 Manténganse despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles. 39 Se fue otra vez, y oró repitiendo las mismas palabras. 40 Cuando volvió, encontró otra vez dormidos a los discípulos, porque sus ojos se les cerraban de sueño. Y no sabían qué contestarle. 41 Volvió por tercera vez, y les dijo: —¿Siguen ustedes durmiendo y descansando? Ya basta, ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. 42 Levántense, vámonos; ya se acerca el que me traiciona. 43 Todavía estaba hablando Jesús cuando Judas, uno de los doce discípulos, llegó acompañado de mucha gente armada con espadas y con palos. Iban de parte de los jefes de los sacerdotes, de los maestros de la ley y de los ancianos. 44 Judas, el traidor, les había dado una contraseña, diciéndoles: "Al que yo bese, ese es; arréstenlo y llévenselo bien sujeto." 45 Así que se acercó a Jesús y le dijo: —¡Maestro! Y lo besó. 46 Entonces le echaron mano a Jesús y lo arrestaron. 47 Pero uno de los que estaban allí sacó su espada y le cortó una oreja al criado del sumo sacerdote. 48 Y Jesús preguntó a la gente: —¿Por qué han venido ustedes con espadas y con palos a arrestarme, como si yo fuera un bandido? 49 Todos los días he estado entre ustedes enseñando en el templo, y nunca me arrestaron. Pero esto sucede para que se cumplan las Escrituras. 50 Todos los discípulos dejaron solo a Jesús, y huyeron. 51 Pero un joven lo seguía, cubierto solo con una sábana. A este lo agarraron, 52 pero él soltó la sábana y escapó desnudo. 53 Llevaron entonces a Jesús ante el sumo sacerdote, y se juntaron todos los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley. 54 Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio de la casa del sumo sacerdote, y se quedó sentado con los guardianes del templo, calentándose junto al fuego. 55 Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema buscaban alguna prueba para condenar a muerte a Jesús; pero no la encontraban. 56 Porque aunque muchos presentaban falsos testimonios contra él, se contradecían unos a otros. 57 Algunos se levantaron y lo acusaron falsamente, diciendo: 58 —Nosotros lo hemos oído decir: 'Yo voy a destruir este templo que hicieron los hombres, y en tres días levantaré otro no hecho por los hombres.' 59 Pero ni aun así estaban de acuerdo en lo que decían. 60 Entonces el sumo sacerdote se levantó en medio de todos, y preguntó a Jesús: —¿No contestas nada? ¿Qué es esto que están diciendo contra ti? 61 Pero Jesús se quedó callado, sin contestar nada. El sumo sacerdote volvió a preguntarle: —¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Dios bendito? 62 Jesús le dijo: —Sí, yo soy. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo. 63 Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en señal de indignación, y dijo: —¿Qué necesidad tenemos de más testigos? 64 Ustedes lo han oído decir palabras ofensivas contra Dios. ¿Qué les parece? Todos estuvieron de acuerdo en que era culpable y debía morir. 65 Algunos comenzaron a escupirlo, y a taparle los ojos y golpearlo, diciéndole: —¡Adivina quién te pegó! Y los guardianes del templo le pegaron en la cara. 66 Pedro estaba abajo, en el patio. En esto llegó una de las sirvientas del sumo sacerdote; 67 y al ver a Pedro, que se estaba calentando junto al fuego, se quedó mirándolo y le dijo: —Tú también andabas con Jesús, el de Nazaret. 68 Pedro lo negó, diciendo: —No lo conozco, ni sé de qué estás hablando. Y salió fuera, a la entrada. Entonces cantó un gallo. 69 La sirvienta vio otra vez a Pedro y comenzó a decir a los demás: —Este es uno de ellos. 70 Pero él volvió a negarlo. Poco después, los que estaban allí dijeron de nuevo a Pedro: —Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres de Galilea. 71 Entonces Pedro comenzó a jurar y perjurar, diciendo: —¡No conozco a ese hombre de quien ustedes están hablando! 72 En aquel mismo momento cantó el gallo por segunda vez, y Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: 'Antes que cante el gallo por segunda vez, me negarás tres veces.' Y se echó a llorar. 1 Al amanecer, se reunieron los jefes de los sacerdotes con los ancianos y los maestros de la ley: toda la Junta Suprema. Y llevaron a Jesús atado, y se lo entregaron a Pilato. 2 Pilato le preguntó: —¿Eres tú el Rey de los judíos? —Tú lo has dicho —contestó Jesús. 3 Como los jefes de los sacerdotes lo acusaban de muchas cosas, 4 Pilato volvió a preguntarle: —¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te están acusando. 5 Pero Jesús no le contestó; de manera que Pilato se quedó muy extrañado. 6 Durante la fiesta, Pilato dejaba libre un preso, el que la gente pidiera. 7 Un hombre llamado Barrabás estaba entonces en la cárcel, junto con otros que habían cometido un asesinato en una rebelión. 8 La gente llegó, pues, y empezó a pedirle a Pilato que hiciera como tenía por costumbre. 9 Pilato les contestó: —¿Quieren ustedes que les ponga en libertad al Rey de los judíos? 10 Porque se daba cuenta de que los jefes de los sacerdotes lo habían entregado por envidia. 11 Pero los jefes de los sacerdotes alborotaron a la gente, para que pidieran que les dejara libre a Barrabás. 12 Pilato les preguntó: —¿Y qué quieren que haga con el que ustedes llaman el Rey de los judíos? 13 Ellos contestaron a gritos: —¡Crucifícalo! 14 Pilato les dijo: —Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos volvieron a gritar: —¡Crucifícalo! 15 Entonces Pilato, como quería quedar bien con la gente, dejó libre a Barrabás; y después de mandar que azotaran a Jesús, lo entregó para que lo crucificaran. 16 Los soldados llevaron a Jesús al patio del palacio, llamado pretorio, y reunieron a toda la tropa. 17 Le pusieron una capa de color rojo oscuro, trenzaron una corona de espinas y se la pusieron. 18 Luego comenzaron a gritar: —¡Viva el Rey de los judíos! 19 Y le golpeaban la cabeza con una vara, lo escupían y, doblando la rodilla, le hacían reverencias. 20 Después de burlarse así de él, le quitaron la capa de color rojo oscuro, le pusieron su propia ropa y lo sacaron para crucificarlo. 21 Un hombre de Cirene, llamado Simón, padre de Alejandro y de Rufo, llegaba entonces del campo. Al pasar por allí, lo obligaron a cargar con la cruz de Jesús. 22 Llevaron a Jesús a un sitio llamado Gólgota (que significa: "Lugar de la Calavera"); 23 y le dieron vino mezclado con mirra, pero Jesús no lo aceptó. 24 Entonces lo crucificaron. Y los soldados echaron suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús y ver qué se llevaría cada uno. 25 Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron. 26 Y pusieron un letrero en el que estaba escrita la causa de su condena: "El Rey de los judíos." 27 Con él crucificaron también a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. 29 Los que pasaban lo insultaban, meneando la cabeza y diciendo: —¡Eh, tú, que derribas el templo y en tres días lo vuelves a levantar, 30 sálvate a ti mismo y bájate de la cruz! 31 De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley. Decían: —Salvó a otros, pero a sí mismo no puede salvarse. 32 ¡Que baje de la cruz ese Mesías, Rey de Israel, para que veamos y creamos! Y hasta los que estaban crucificados con él lo insultaban. 33 Al llegar el mediodía, toda la tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde. 34 A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza: "Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani?" (que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?") 35 Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron: —Oigan, está llamando al profeta Elías. 36 Entonces uno de ellos corrió, empapó una esponja en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó a Jesús para que bebiera, diciendo: —Déjenlo, a ver si Elías viene a bajarlo de la cruz. 37 Pero Jesús dio un fuerte grito, y murió. 38 Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. 39 El capitán romano, que estaba frente a Jesús, al ver que este había muerto, dijo: —Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. 40 También había algunas mujeres mirando de lejos; entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé. 41 Estas mujeres habían seguido a Jesús y lo habían ayudado cuando él estaba en Galilea. Además había allí muchas otras que habían ido con él a Jerusalén. 42 Como ese era día de preparación, es decir, víspera del sábado, y ya era tarde, 43 José, natural de Arimatea y miembro importante de la Junta Suprema, el cual también esperaba el reino de Dios, se dirigió con decisión a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. 44 Pilato, sorprendido de que ya hubiera muerto, llamó al capitán para preguntarle cuánto tiempo hacía de ello. 45 Cuando el capitán lo hubo informado, Pilato entregó el cuerpo a José. 46 Entonces José compró una sábana de lino, bajó el cuerpo y lo envolvió en ella. Luego lo puso en un sepulcro excavado en la roca, y tapó la entrada del sepulcro con una piedra. 47 María Magdalena y María la madre de José, miraban dónde lo ponían.


 

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bi´iblicas Unidas.

jueves, 12 de marzo de 2009

Quinto Domingo de Cuaresma, Año B, RCL

Colecta: Dios todopoderoso, sólo tú puedes ordenar los afectos y voluntades rebeldes de los pecadores: Concede gracia a tu pueblo para amar lo que tú dispones y desear lo que tú prometes; a fin de que, en medio de los rápidos y variados cambios del mundo, nuestros corazones permanezcan fijos allí donde se encuentran los verdaderos goces; por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Jeremías 31:31-34 (DHH)

31 El Señor afirma: "Vendrá un día en que haré una nueva alianza con Israel y con Judá. 32 Esta alianza no será como la que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; porque ellos quebrantaron mi alianza, a pesar de que yo era su dueño. Yo, el Señor, lo afirmo. 33 Esta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 34 Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo."


 

Salmo 51 Miserere mei, Deus

1 Ten misericordia de mí, oh Dios,

conforme a tu bondad; *

conforme a tu inmensa compasión borra mis rebeliones.

2 Lávame más y más de mi maldad, *

y límpiame de mi pecado;

3 Porque reconozco mis rebeliones, *

y mi pecado está siempre delante de mí.

4 Contra ti, contra ti sólo he pecado, *

y he hecho lo malo delante de tus ojos.

5 Por tanto eres reconocido justo en tu sentencia, *

y tenido por puro en tu juicio.

6 He aquí, he sido malo desde mi nacimiento, *

pecador desde el vientre de mi madre;

7 Porque he aquí, amas la verdad más que la astucia o el saber oculto; *

por tanto, enséñame sabiduría.

8 Límpiame de mi pecado, y seré puro; *

lávame, y seré más blanco que la nieve.

9 Hazme oír canciones de gozo y alegría, *

y se regocijará el cuerpo que has abatido.

10 Esconde tu rostro de mis pecados, *

y borra todas mis maldades.

11 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, *

y renueva un espíritu firme dentro de mí.

12 No me eches de tu presencia, *

y no quites de mí tu santo Espíritu.

13 Dame otra vez el gozo de tu salvación; *

y que tu noble Espíritu me sustente


 

O este otro:


 

In quo corrigit?

9 ¿Cómo limpiará el joven su camino? *

Guardando tu palabra.

10 Con todo el corazón te busco; *

no dejes que me desvíe de tus mandamientos.

11 En mi corazón atesoro tu promesa, *

a fin de no pecar contra ti.

12 Bendito eres tú, oh Señor; *

enséñame tus estatutos.

13 Con mis labios contaré *

todos los juicios de tu boca.

14 Me he gozado más en el camino de tus decretos, *

que en toda riqueza.

15 En tus mandamientos meditaré; *

me fijaré en tus caminos.

16 Me regocijo en tus estatutos; *

no me olvidaré de tus palabras.

Hebreos 5:5-10 (DHH)

5 De la misma manera, Cristo no se nombró Sumo Sacerdote a sí mismo, sino que Dios le dio ese honor, pues él fue quien le dijo: "Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy." 6 Y también le dijo en otra parte de las Escrituras: "Tú eres sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec." 7 Mientras Cristo estuvo viviendo aquí en el mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarlo de la muerte; y por su obediencia, Dios lo escuchó. 8 Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia; 9 y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen, 10 y Dios lo nombró Sumo Sacerdote de la misma clase que Melquisedec.


 

Juan 12:20-33 (DHH)

20 Entre la gente que había ido a Jerusalén a adorar durante la fiesta, había algunos griegos. 21 Estos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida, un pueblo de Galilea, y le rogaron: —Señor, queremos ver a Jesús. 22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y los dos fueron a contárselo a Jesús. 23 Jesús les dijo entonces: —Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. 24 Les aseguro que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha. 25 El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. 26 Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará. 27 "¡Siento en este momento una angustia terrible! ¿Y qué voy a decir? ¿Diré: 'Padre, líbrame de esta angustia'? ¡Pero precisamente para esto he venido! 28 Padre, glorifica tu nombre." Entonces se oyó una voz del cielo, que decía: "Ya lo he glorificado, y lo voy a glorificar otra vez." 29 La gente que estaba allí escuchando, decía que había sido un trueno; pero algunos afirmaban: —Un ángel le ha hablado. 30 Jesús les dijo: —No fue por mí por quien se oyó esta voz, sino por ustedes. 31 Este es el momento en que el mundo va a ser juzgado, y ahora será expulsado el que manda en este mundo. 32 Pero cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. 33 Con esto daba a entender de qué forma había de morir.


 

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

Cuarto Domingo de Cuaresma, Año B, RCL

Colecta: Padre bondadoso, cuyo bendito Hijo Jesucristo descendió del cielo para ser el pan verdadero que da vida al mundo: Danos siempre este pan, para que él viva en nosotros y nosotros en él; quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Números 21:4-9 (DHH)

4 Los israelitas salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo, dando un rodeo para no pasar por el territorio de Edom. En el camino, la gente perdió la paciencia 5 y empezó a hablar contra Dios y contra Moisés. Decían: —¿Para qué nos sacaron ustedes de Egipto? ¿Para hacernos morir en el desierto? No tenemos ni agua ni comida. ¡Ya estamos cansados de esta comida miserable! 6 El Señor les envió serpientes venenosas, que los mordieron, y muchos israelitas murieron. 7 Entonces fueron a donde estaba Moisés y le dijeron: —¡Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti! ¡Pídele al Señor que aleje de nosotros las serpientes! Moisés pidió al Señor que perdonara a los israelitas, 8 y el Señor le dijo: —Hazte una serpiente como esas, y ponla en el asta de una bandera. Cuando alguien sea mordido por una serpiente, que mire hacia la serpiente del asta, y se salvará. 9 Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en el asta de una bandera, y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y se salvaba.

107:1-3, 17-22

Confitemini Domino

1 Den gracias al Señor, porque es bueno, *

porque para siempre es su misericordia.

2 Proclamen los redimidos del Señor *

que él los redimió de la mano del enemigo.

3 El los recogió de entre todos los países, *

del oriente y del occidente, del norte y del sur.

17 Algunos fueron insensatos y se rebelaron; *

por sus iniquidades fueron afligidos.

18 Aborrecieron todo alimento, *

y llegaron hasta las puertas de la muerte.

19 Entonces clamaron al Señor en su angustia, *

y los libró de su aflicción.

20 Envió su palabra y los sanó; *

los libró del sepulcro.

21 Que den gracias al Señor por su misericordia, *

y las maravillas que hace por sus hijos.

22 Que ofrezcan sacrificios de alabanza, *

y publiquen sus obras con júbilo.

Efesios 2:1-10 (DHH)

1 Antes ustedes estaban muertos a causa de las maldades y pecados 2 en que vivían, pues seguían los criterios de este mundo y hacían la voluntad de aquel espíritu que domina en el aire y que anima a los que desobedecen a Dios. 3 De esa manera vivíamos también todos nosotros en otro tiempo, siguiendo nuestros malos deseos y cumpliendo los caprichos de nuestra naturaleza pecadora y de nuestros pensamientos. A causa de eso, merecíamos con toda razón el terrible castigo de Dios, igual que los demás. 4 Pero Dios es tan misericordioso y nos amó con un amor tan grande, 5 que nos dio vida juntamente con Cristo cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados. Por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación. 6 Y en unión con Cristo Jesús nos resucitó, y nos hizo sentar con él en el cielo. 7 Hizo esto para demostrar en los tiempos futuros su generosidad y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios. 9 No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada; 10 pues es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano.

Juan 3:14-21 (DHH)

14 Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado, 15 para que todo el que cree en él tenga vida eterna. 16 "Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 "El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. 19 Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. 20 Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. 21 Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios."


 

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

martes, 17 de febrero de 2009

Tercer Domingo de Cuaresma Año B RCL

Colecta del dia: Dios todopoderoso, tú sabes que en nosotros no hay poder para ayudarnos: Guárdanos tanto exteriormente en cuerpo como interiormente en alma, para que seamos defendidos de todas las adversidades que puedan sobrevenir al cuerpo, y de los malos pensamientos que puedan asaltar y herir el alma; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Éxodo 20:1-17 (DHH)
1 Dios habló, y dijo todas estas palabras: 2 "Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. 3 "No tengas otros dioses aparte de mí. 4 "No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. 5 No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; 6 pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos. 7 "No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues él no dejará sin castigo al que use mal su nombre. 8 "Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. 9 Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 10 pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que viva contigo. 11 Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado. 12 "Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. 13 "No mates. 14 "No cometas adulterio. 15 "No robes. 16 "No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo. 17 "No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca."

Salmo 19 Caeli enarrant

1 Los cielos proclaman la gloria de Dios, *

y la bóveda celeste pregona las obras de sus manos.

2 Un día emite palabra al otro día, *

y una noche a la otra noche imparte sabiduría.

3 Aunque no hay palabras, ni lenguaje, *

ni son oídas sus voces,

4 Por toda la tierra salió su sonido, *

y hasta el extremo del mundo su mensaje.

5 En el mar puso tabernáculo para el sol, *

y éste, como esposo que sale de su alcoba, se alegra cual paladín para correr su camino.

6 De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; *

nada hay que se esconda de su calor.

7 La ley del Señor es perfecta, que aviva el alma; *

el testimonio del Señor es fiel, que hace sabio al sencillo.

8 Los mandamientos del Señor son rectos, que alegran el corazón; *

el precepto del Señor es claro, que alumbra los ojos.

9 El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre; *

los juicios del Señor son verdad, completamente justos.

10 Deseables son, más que el oro, más que oro fino; *

dulce más que miel, que la que destila del panal.

11 Tu siervo es además por ellos alumbrado, *

y al guardarlos hay grande galardón.

12 ¿Quién podrá entender sus propios errores? *

Líbrame de los que me son ocultos.

13 Preserva también a tu siervo de las soberbias, que no se enseñoreen de mí; *

entonces seré íntegro, y estaré limpio del gran pecado.

14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, *

oh Señor, Roca mía y Redentor mío.


 

1 Corintios 1:18-25 (DHH)
18 El mensaje de la muerte de Cristo en la cruz parece una tontería a los que van a la perdición; pero este mensaje es poder de Dios para los que vamos a la salvación. 19 Como dice la Escritura: "Haré que los sabios pierdan su sabiduría y que desaparezca la inteligencia de los inteligentes." 20 ¿En qué pararon el sabio, y el maestro, y el que sabe discutir sobre cosas de este mundo? ¡Dios ha convertido en tontería la sabiduría de este mundo! 21 Puesto que el mundo no usó su sabiduría para reconocer a Dios donde él ha mostrado su sabiduría, dispuso Dios en su bondad salvar por medio de su mensaje a los que tienen fe, aunque este mensaje parezca una tontería. 22 Los judíos quieren ver señales milagrosas, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros anunciamos a un Mesías crucificado. Esto les resulta ofensivo a los judíos, y a los no judíos les parece una tontería; 24 pero para los que Dios ha llamado, sean judíos o griegos, este Mesías es el poder y la sabiduría de Dios. 25 Pues lo que en Dios puede parecer una tontería, es mucho más sabio que toda sabiduría humana; y lo que en Dios puede parecer debilidad, es más fuerte que toda fuerza humana.


 

Juan 2:13-22 (DHH)
13 Como ya se acercaba la fiesta de la Pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. 14 Y encontró en el templo a los vendedores de novillos, ovejas y palomas, y a los que estaban sentados en los puestos donde se le cambiaba el dinero a la gente. 15 Al verlo, Jesús tomó unas cuerdas, se hizo un látigo y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus novillos. A los que cambiaban dinero les arrojó las monedas al suelo y les volcó las mesas. 16 A los vendedores de palomas les dijo: —¡Saquen esto de aquí! ¡No hagan un mercado de la casa de mi Padre! 17 Entonces sus discípulos se acordaron de la Escritura que dice: "Me consumirá el celo por tu casa." 18 Los judíos le preguntaron: —¿Qué prueba nos das de tu autoridad para hacer esto? 19 Jesús les contestó: —Destruyan este templo, y en tres días volveré a levantarlo. 20 Los judíos le dijeron: —Cuarenta y seis años se ha trabajado en la construcción de este templo, ¿y tú en tres días lo vas a levantar? 21 Pero el templo al que Jesús se refería era su propio cuerpo. 22 Por eso, cuando resucitó, sus discípulos se acordaron de esto que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús.

 

Segundo Domingo de Cuaresma Año B RCL

Colecta del dia: Oh Dios, cuya gloria es siempre tener misericordia: Sé benigno a todos los que se han descarriado de tus caminos, y tráelos de nuevo con corazones penitentes y fe firme, para recibir y abrazar la verdad inmutable de tu Verbo, Jesucristo tu Hijo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Génesis 17:1-7, 15-16
1 Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: —Yo soy el Dios todopoderoso; vive una vida sin tacha delante de mí, 2 y yo haré una alianza contigo: haré que tengas muchísimos descendientes. 3 Entonces Abram se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, mientras Dios seguía diciéndole: 4 —Esta es la alianza que hago contigo: Tú serás el padre de muchas naciones, 5 y ya no vas a llamarte Abram. Desde ahora te llamarás Abraham, porque te voy a hacer padre de muchas naciones. 6 Haré que tus descendientes sean muy numerosos; de ti saldrán reyes y naciones. 7 La alianza que hago contigo, y que haré con todos tus descendientes en el futuro, es que yo seré siempre tu Dios y el Dios de ellos. 5 También Dios le dijo a Abraham: —Tu esposa Sarai ya no se va a llamar así. De ahora en adelante se llamará Sara. 16 La voy a bendecir, y te daré un hijo por medio de ella. Sí, voy a bendecirla. Ella será la madre de muchas naciones, y sus descendientes serán reyes de pueblos.

Salmo 22: 22-30 Deus, Deus meus

Los que temen al Señor, alábenle; *

glorifíquenle, oh vástago de Jacob; tengan miedo de él, oh descendencia de Israel;

23 Porque no menospreció ni abominó la aflicción de los afligidos, ni de ellos escondió su rostro; *

sino que cuando clamaron a él, los oyó.

24 De ti será mi alabanza en la gran congregación; *

mis votos pagaré delante de los que le temen.

25 Comerán los pobres, y serán saciados,

alabarán al Señor los que le buscan: *

¡Viva su corazón para siempre!

26 Se acordarán y se volverán al Señor todos los confines de la tierra, *

y todas las familias de las naciones delante de ti se inclinan

27 Porque del Señor es el reino, *

y él rige las naciones.

28 Sólo ante él se postrarán los que duermen en la tierra; *

delante de él doblarán la rodilla todos los que bajan al polvo.

29 Me hará vivir para él; mi descendencia le servirá; *

será contada como suya para siempre.

30 Vendrán y anunciarán al pueblo aún no nacido *

los hechos asombrosos que hizo.

Romans 4:13-25 (DHH)
13 Pues Dios prometió a Abraham y a sus descendientes que recibirían el mundo como herencia; pero esta promesa no estaba condicionada al cumplimiento de la ley, sino a la justicia que se basa en la fe. 14 Pues si los que han de recibir la herencia son los que se basan en la ley, entonces la fe resultaría cosa inútil y la promesa de Dios perdería su valor. 15 Porque la ley trae castigo; pero donde no hay ley, tampoco hay faltas contra la ley. 16 Por eso, para que la promesa hecha a Abraham conservara su valor para todos sus descendientes, fue un don gratuito, basado en la fe. Es decir, la promesa no es solamente para los que se basan en la ley, sino también para todos los que se basan en la fe, como Abraham. De esa manera, él viene a ser padre de todos nosotros, 17 como dice la Escritura: "Te he hecho padre de muchas naciones." Este es el Dios en quien Abraham creyó, el Dios que da vida a los muertos y crea las cosas que aún no existen. 18 Cuando ya no había esperanza, Abraham creyó y tuvo esperanza, y así vino a ser "padre de muchas naciones", conforme a lo que Dios le había dicho: "Así será el número de tus descendientes." 19 La fe de Abraham no se debilitó, aunque ya tenía casi cien años de edad y se daba cuenta de que tanto él como Sara ya estaban casi muertos, y que eran demasiado viejos para tener hijos. 20 No dudó ni desconfió de la promesa de Dios, sino que tuvo una fe más fuerte. Alabó a Dios, 21 plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete. 22 Por eso, Dios le tuvo esto en cuenta y lo reconoció como justo. 23 Y esto de que Dios se lo tuvo en cuenta, no se escribió solamente de Abraham; 24 se escribió también de nosotros. Pues Dios también nos tiene en cuenta la fe, si creemos en aquel que resucitó a Jesús, nuestro Señor, 25 que fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitado para hacernos justos.

Mark 8:31-38 (DHH)
31 Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días. 32 Esto se lo advirtió claramente. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. 33 Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro, diciéndole: —¡Apártate de mí, Satanás! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres. 34 Luego Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y dijo: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. 35 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y por aceptar el evangelio, la salvará. 36 ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? 37 O también, ¿cuánto podrá pagar el hombre por su vida? 38 Pues si alguno se avergüenza de mí y de mi mensaje delante de esta gente infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre y con los santos ángeles.