El Leccionario Dominical de la Iglesia Episcopal (Leccionario Comun Revisado o en ingles RCL) para uso de los lectores de la Iglesia del Redentor en Astoria, Nueva York.

domingo, 28 de febrero de 2010

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA

Colecta: Oh Dios, cuya gloria es siempre tener misericordia: Sé benigno a todos los que se han descarriado de tus caminos, y tráelos de nuevo con corazones penitentes y fe firme, para recibir y abrazar la verdad inmutable de tu Verbo, Jesucristo tu Hijo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Génesis 15:1-12; 17-18 Después de esto, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No tengas miedo, Abram, porque yo soy tu protector. Tu recompensa va a ser muy grande. Pero Abram le contestó: —Señor y Dios, ¿de qué me sirve que me des recompensa, si tú bien sabes que no tengo hijos? Como no me has dado ningún hijo, el heredero de todo lo que tengo va a ser Eliézer de Damasco, uno de mis criados. El Señor le contestó: —Tu heredero va a ser tu propio hijo, y no un extraño. Entonces el Señor llevó a Abram afuera, y le dijo: —Mira bien el cielo, y cuenta las estrellas, si es que puedes contarlas. Pues bien, así será el número de tus descendientes. Abram creyó al Señor, y por eso el Señor lo aceptó como justo y le dijo: —Yo soy el Señor; yo te saqué de Ur de los caldeos para darte esta tierra como herencia. —Pero, Señor y Dios, ¿cómo podré estar seguro de que voy a heredar esta tierra? —contestó Abram. Y Dios le dijo: —Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, de tres años cada uno, y también una tórtola y un pichón de paloma. Abram trajo todos estos animales a Dios, los partió por la mitad y puso una mitad frente a otra; pero no partió las aves. Y los buitres bajaban sobre los cuerpos de los animales muertos, pero Abram los espantaba. Cuando empezaba a anochecer, Abram se quedó profundamente dormido. De pronto lo rodeó una gran oscuridad y sintió mucho miedo. Cuando ya era de noche y todo estaba oscuro, apareció un horno que echaba humo y una antorcha encendida que pasaba por en medio de los animales partidos. Aquel mismo día el Señor hizo una alianza con Abram y le dijo: —Esta tierra se la daré a tus descendientes, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates.

Salmo 27 (DHH)
1 El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer?
2 Los malvados, mis enemigos, se juntan para atacarme y destruirme; pero ellos son los que tropiezan y caen.
3 Aunque un ejército me rodee, mi corazón no tendrá miedo; aunque se preparen para atacarme, yo permaneceré tranquilo.
4 Solo una cosa he pedido al Señor, solo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura.
5 Cuando lleguen los días malos, el Señor me dará abrigo en su templo; bajo su sombra me protegerá. ¡Me pondrá a salvo sobre una roca!
6 Entonces podré levantar la cabeza por encima de mis enemigos; entonces podré ofrecer sacrificios en el templo, y gritar de alegría, y cantar himnos al Señor.
7 A ti clamo, Señor: escúchame. Ten compasión de mí, ¡respóndeme!
8 El corazón me dice: “Busca la presencia del Señor.” Y yo, Señor, busco tu presencia.
9 ¡No te escondas de mí! ¡No me rechaces con ira! ¡Mi única ayuda eres tú! No me dejes solo y sin amparo, pues tú eres mi Dios y salvador.
10 Aunque mi padre y mi madre me abandonen, tú, Señor, te harás cargo de mí.
11 Señor, muéstrame tu camino; guíame por el buen camino a causa de mis enemigos;
12 no me entregues a su voluntad, pues se han levantado contra mí testigos falsos y violentos.
13 Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida.
14 ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor!
Filipenses 3:17-4:1Hermanos, sigan mi ejemplo y fíjense también en los que viven según el ejemplo que nosotros les hemos dado a ustedes. Ya les he dicho muchas veces, y ahora se lo repito con lágrimas, que hay muchos que están viviendo como enemigos de la cruz de Cristo, y su fin es la perdición. Su dios son sus propios apetitos, y sienten orgullo de lo que debería darles vergüenza. Solo piensan en las cosas de este mundo. En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y estamos esperando que del cielo venga el Salvador, el Señor Jesucristo, que cambiará nuestro cuerpo miserable para que sea como su propio cuerpo glorioso. Y lo hará por medio del poder que tiene para dominar todas las cosas. Por eso, mis queridos hermanos, a quienes tanto deseo ver; ustedes, amados míos, que son mi alegría y mi premio, sigan así, firmes en el Señor.

Luca 13:31-35También entonces llegaron algunos fariseos, y le dijeron a Jesús: —Vete de aquí, porque Herodes te quiere matar. Él les contestó: —Vayan y díganle a ese zorro: ‘Mira, hoy y mañana expulso a los demonios y sano a los enfermos, y pasado mañana termino.’ Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y el día siguiente, porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén. “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos bajo las alas, pero ustedes no quisieron! Pues miren, el hogar de ustedes va a quedar abandonado; y les digo que no volverán a verme hasta que llegue el tiempo en que ustedes digan: ‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’ ”