El Leccionario Dominical de la Iglesia Episcopal (Leccionario Comun Revisado o en ingles RCL) para uso de los lectores de la Iglesia del Redentor en Astoria, Nueva York.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Propio 20 El domingo más cercano a Septiembre 21 Décimo Noveno domingo después de Pentecostés Año A LCR (RCL)

Éxodo 16:2-15
Salmo 105:1-6, 37-45
o
Jonás 3:10-4:11
Salmo 145:1-8


Filipenses 1:21-30
Mateo 20:1-16

Concede, oh Señor, que no nos afanemos por las cosas terrenales, sino que amemos las celestiales, y aun ahora que estamos inmersos en cosas transitorias, haz que anhelemos lo que permanece para siempre; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Éxodo 16:2-15

2Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y contra Aarón en el desierto. 3Y los hijos de Israel les decían: Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud. 4Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí, haré llover pan del cielo para vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en mi ley. 5Y sucederá que en el sexto día, cuando preparen lo que traigan, la porción será el doble de lo que recogen diariamente. 6Entonces Moisés y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que el SEÑOR os ha sacado de la tierra de Egipto; 7y por la mañana veréis la gloria del SEÑOR, pues El ha oído vuestras murmuraciones contra el SEÑOR; ¿y qué somos nosotros para que murmuréis contra nosotros? 8Y Moisés dijo: Esto sucederá cuando el SEÑOR os dé carne para comer por la tarde, y pan hasta saciaros por la mañana; porque el SEÑOR ha oído vuestras murmuraciones contra El. Pues ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR. 9Y Moisés dijo a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: "Acercaos a la presencia del SEÑOR, porque El ha oído vuestras murmuraciones." 10Y sucedió que mientras Aarón hablaba a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto y, he aquí, la gloria del SEÑOR se apareció en la nube. 11Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: 12He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales, diciendo: "Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan; y sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios."

Salmos 105

1 Dad gracias al SEÑOR, invocad su nombre;
dad a conocer sus obras entre los pueblos.

2 Cantadle, cantadle alabanzas;
hablad de todas sus maravillas.

3 Gloriaos en su santo nombre;
alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.

4 Buscad al SEÑOR y su fortaleza;
buscad su rostro continuamente.

5 Recordad las maravillas que El ha hecho,
sus prodigios y los juicios de su boca,

6 oh simiente de Abraham, su siervo,
hijos de Jacob, sus escogidos

37 Pero a ellos los sacó con plata y oro,
y entre sus tribus no hubo quien tropezara.

38 Egipto se alegró cuando se fueron,
porque su terror había caído sobre ellos.

39 Extendió una nube para cubrirlos,
y fuego para iluminarlos de noche.

40 Pidieron, y les mandó codornices,
y los sació de pan del cielo.

41 Abrió la roca, y brotaron las aguas;
corrieron como un río en tierra seca.

42 Porque se acordó de su santa palabra
dada a Abraham su siervo,

43 y sacó a su pueblo con alegría,
y a sus escogidos con gritos de júbilo.

44 También les dio las tierras de las naciones,
y poseyeron el fruto del trabajo de los pueblos,

45a fin de que guardaran sus estatutos,
y observaran sus leyes. ¡Aleluya!

O esta:

Jonás 3:10-4:11

10 Y vio Dios sus acciones, que se habían apartado de su mal camino; entonces se arrepintió Dios del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. 1 Pero esto desagradó a Jonás en gran manera, y se enojó. 2 Y oró al SEÑOR, y dijo: ¡Ah SEÑOR! ¿No era esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, porque sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo lento para la ira y rico en misericordia, y que te arrepientes del mal con que amenazas. 3 Y ahora, oh SEÑOR, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida. 4 Y el SEÑOR dijo: ¿Tienes acaso razón para enojarte? 5 Entonces salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la misma. Allí se hizo un cobertizo y se sentó bajo él a la sombra, hasta ver qué sucedería en la ciudad. 6 Y el SEÑOR Dios dispuso que una planta creciera sobre Jonás para que hiciera sombra sobre su cabeza y lo librara de su incomodidad. Y Jonás se alegró grandemente por la planta. 7 Pero Dios dispuso que un gusano al rayar el alba del día siguiente atacara la planta, y ésta se secó. 8 Y sucedió que al salir el sol, dispuso Dios un sofocante viento solano, y el sol hirió la cabeza de Jonás y él desfallecía, y deseaba con toda su alma morir, diciendo: Mejor me es la muerte que la vida. 9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tienes acaso razón para enojarte por causa de la planta? Y él respondió: Tengo razón para enojarme hasta la muerte. 10 Y dijo el SEÑOR: Tú te apiadaste de la planta por la que no trabajaste ni hiciste crecer, que nació en una noche y en una noche pereció, 11¿y no he de apiadarme yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir entre su derecha y su izquierda, y también muchos animales?

Salmos 145

1 Te exaltaré mi Dios, oh Rey,
y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.

2 Todos los días te bendeciré,
y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.

3 Grande es el SEÑOR, y digno de ser alabado en gran manera;
y su grandeza es inescrutable.

4 Una generación alabará tus obras a otra generación,
y anunciará tus hechos poderosos.

5 En el glorioso esplendor de tu majestad,
y en tus maravillosas obras meditaré.

6 Los hombres hablarán del poder de tus hechos portentosos,
y yo contaré tu grandeza.

7 Ellos proclamarán con entusiasmo la memoria de tu mucha bondad,
y cantarán con gozo de tu justicia.

8 Clemente y compasivo es el SEÑOR,
lento para la ira y grande en misericordia.

Filipenses 1:21-30

21 Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. 22 Pero si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger, 23 pues de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor; 24 y sin embargo, continuar en la carne es más necesario por causa de vosotros. 25 Y convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos vosotros para vuestro progreso y gozo en la fe, 26 para que vuestra profunda satisfacción por mí abunde en Cristo Jesús a causa de mi visita otra vez a vosotros. 27 Solamente comportaos de una manera digna del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a veros, o que permanezca ausente, pueda oír que vosotros estáis firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio; 28 de ninguna manera amedrentados por vuestros adversarios, lo cual es señal de perdición para ellos, pero de salvación para vosotros, y esto, de Dios. 29 Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no sólo creer en El, sino también sufrir por El, 30 sufriendo el mismo conflicto que visteis en mí, y que ahora oís que está en mí.

Mateo 20

{Y siguió Jesús enseñandoles, allí en Judea diciendoles:} 1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hacendado que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña. 2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 3 Y salió como a la hora tercera, y vio parados en la plaza a otros que estaban sin trabajo; 4 y a éstos les dijo: "Id también vosotros a la viña, y os daré lo que sea justo." Y ellos fueron. 5 Volvió a salir como a la hora sexta y a la novena, e hizo lo mismo. 6 Y saliendo como a la hora undécima, encontró a otros parados, y les dijo*: "¿Por qué habéis estado aquí parados todo el día sin trabajar?" 7 Ellos le dijeron*: "Porque nadie nos contrató." El les dijo*: "Id también vosotros a la viña." 8 Y al atardecer, el señor de la viña dijo* a su mayordomo: "Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta los primeros." 9 Cuando llegaron los que habían sido contratados como a la hora undécima, cada uno recibió un denario. 10 Y cuando llegaron los que fueron contratados primero, pensaban que recibirían más; pero ellos también recibieron un denario cada uno. 11 Y al recibirlo, murmuraban contra el hacendado, 12 diciendo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, pero los has hecho iguales a nosotros que hemos soportado el peso y el calor abrasador del día." 13 Pero respondiendo él, dijo a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14"Toma lo que es tuyo, y vete; pero yo quiero darle a este último lo mismo que a ti. 15"¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo que es mío? ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?" 16 Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos.

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