El Leccionario Dominical de la Iglesia Episcopal (Leccionario Comun Revisado o en ingles RCL) para uso de los lectores de la Iglesia del Redentor en Astoria, Nueva York.

martes, 21 de octubre de 2008

Tercer Domingo de Adviento Año B (RCL)

Colecta: Suscita tu poder, oh Señor, y con gran potencia ven a nosotros; ya que estamos impedidos penosamente por nuestros pecados, haz que tu abundante gracia y misericordia nos ayuden y libren prontamente; por Jesucristo nuestro Señor, a quien contigo y el Espíritu Santo, sea el honor y la gloria, ahora y por siempre. Amén.

Isaías 61:1-4 8-11 (DHH)

1 El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha consagrado; me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres, a aliviar a los afligidos, a anunciar libertad a los presos, libertad a los que están en la cárcel; 2 a anunciar el año favorable del Señor, el día en que nuestro Dios nos vengará de nuestros enemigos. Me ha enviado a consolar a todos los tristes, 3 a dar a los afligidos de Sión una corona en vez de ceniza, perfume de alegría en vez de llanto, cantos de alabanza en vez de desesperación. Los llamarán "robles victoriosos", plantados por el Señor para mostrar su gloria. 4 Se reconstruirán las viejas ruinas, se levantarán los edificios destruidos hace mucho, y se repararán las ciudades en ruinas.8 Porque el Señor ama la justicia, y odia el robo y el crimen. Él les dará fielmente su recompensa y hará con ellos una alianza eterna. 9 Sus descendientes serán famosos entre las naciones; todos los que los vean reconocerán que son un pueblo que el Señor ha bendecido. 10 ¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria! Soy como un novio que se pone su corona o una novia que se adorna con sus joyas. 11 Porque así como nacen las plantas de la tierra y brotan los retoños en un jardín, así hará el Señor que brote su victoria y que todas las naciones entonen cantos de alabanza.

Salmo 126 In convertendo

1 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, *

éramos como los que sueñan.

2 Entonces nuestra boca se llenó de risa, *

y nuestra lengua de gritos de alegría.

3 Y decían entre las naciones: *

"Ha hecho el Señor proezas con ellos".

4 Proezas ha hecho el Señor con nosotros, *

y estamos sumamente alegres.

5 Tú, oh Señor, has cambiado nuestra suerte, *

como los torrentes del Neguev.

6 Los que sembraron con lágrimas, *

con gritos de alegría segarán.

7 Los que van llorando, llevando la semilla, *

volverán entre cantares, trayendo sus gavillas.


 

O este

4 Tercer Cántico de Isaías
Surge, illuminare

Isaías 60:13, 11a, 14c, 18-19

Surge, ilumina, pues ha llegado tu luz, *

y la gloria del Señor sobre ti ha amanecido.

Mira cómo las tinieblas cubren la tierra, *

y densa oscuridad a los pueblos.

Mas sobre ti amanece el Señor, *

y su gloria aparece sobre ti.

Correrán las naciones a tu luz, *

y los reyes a la claridad de tu alborada.

Abiertas de continuo estarán tus puertas; *

ni de día ni de noche se cerrarán.

Te llamarán la Ciudad del Señor, *

la Sión del Santo de Israel.

No se oirá más de violencia en tu tierra, *

ni de ruina o destrucción en tus fronteras.

Llamarás a tus murallas, Salvación, *

y a tus puertas, Alabanza.

El sol no será para ti ya más tu luz del día, *

ni de noche necesitarás el lustre de la luna.

Tendrás al Señor por luz eterna, *

y tu Dios será tu gloria.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: *

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


 

O este

Cantico 15


 

1 Tesalonicenses 5:16-24 (DHH)

16 Estén siempre contentos. 17 Oren en todo momento. 18 Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús. 19 No apaguen el fuego del Espíritu. 20 No desprecien el don de profecía. 21 Sométanlo todo a prueba y retengan lo bueno. 22 Apártense de toda clase de mal. 23 Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 El que los llama es fiel, y cumplirá todo esto.


 

Juan 1:6-8 19-28 (DHH)

6 Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió 7 como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía. 8 Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz.19 Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él. 20 Y él confesó claramente: —Yo no soy el Mesías. 21 Le volvieron a preguntar: —¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías? Juan dijo: —No lo soy. Ellos insistieron: —Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir? Contestó: —No. 22 Le dijeron: —¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo? 23 Juan les contestó: —Yo soy una voz que grita en el desierto: 'Abran un camino derecho para el Señor', tal como dijo el profeta Isaías. 24 Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, 25 le preguntaron: —Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas? 26 Juan les contestó: —Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen 27 y que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. 28 Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.


 

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

Las porciones bíblicas son tomadas de La Biblia de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas. Todos los derechos reservados El texto de los salmos es tomado del Libro de Oración Común 1979 La Iglesia Episcopal. Algunas de las lecturas del Antiguo Testamento tiene un texto alterno con su propio salmo. Texto encerrado en [ ] es opcional. Texto en { } para hacer claro el texto que sigue.

Segundo Domingo de Adviento Año B (RCL)

Colecta: Dios de misericordia, que enviaste a tus mensajeros, los profetas, a predicar el arrepentimiento y preparar el camino de nuestra salvación: Danos gracia para atender sus advertencias y abandonar nuestros pecados, a fin de que recibamos gozosamente la venida de Jesucristo nuestro Redentor; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Isaías 40:1-11 (DHH)

1 El Dios de ustedes dice: "Consuelen, consuelen a mi pueblo; 2 hablen con cariño a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado, que ya ha pagado por sus faltas, que ya ha recibido de mi mano el doble del castigo por todos sus pecados." 3 Una voz grita: "Preparen al Señor un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril. 4 Rellenen todas las cañadas, allanen los cerros y las colinas, conviertan la región quebrada y montañosa en llanura completamente lisa. 5 Entonces mostrará el Señor su gloria, y todos los hombres juntos la verán. El Señor mismo lo ha dicho." 6 Una voz dice: "Grita", y yo pregunto: "¿Qué debo gritar?" "Que todo hombre es como hierba, ¡tan firme como una flor del campo! 7 La hierba se seca y la flor se marchita cuando el soplo del Señor pasa sobre ellas. Ciertamente la gente es como hierba. 8 La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre." 9 Súbete, Sión, a la cumbre de un monte, levanta con fuerza tu voz para anunciar una buena noticia. Levanta sin miedo la voz, Jerusalén, y anuncia a las ciudades de Judá: "¡Aquí está el Dios de ustedes!" 10 Llega ya el Señor con poder, sometiéndolo todo con la fuerza de su brazo. Trae a su pueblo después de haberlo rescatado. 11 Viene como un pastor que cuida su rebaño; levanta los corderos en sus brazos, los lleva junto al pecho y atiende con cuidado a las recién paridas.

Salmo 85

Benedixisti, Domine

1 Fuiste propicio a tu tierra, oh Señor; *

restauraste la suerte de Jacob.

2 Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; *

todos sus pecados cubriste

8 Escucharé lo que dice el Señor Dios; *

porque anuncia paz a su pueblo fiel,

a los que se convierten de corazón.

9 Ciertamente cercana está su salvación a cuantos le temen,*

para que habite su gloria en nuestra tierra.

10 La misericordia y la verdad se encontraron; *

la justicia y la paz se besaron.

11 La verdad brotará de la tierra, *

y la justicia mirará desde los cielos.

12 En verdad el Señor dará la lluvia, *

y nuestra tierra dará su fruto.

13 La justicia irá delante de él, *

y la paz será senda para sus pasos.


 

2 Pedro 3:8-15a (DHH)

8 Además, queridos hermanos, no olviden que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios. 10 Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios. 11 Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes! 12 Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas; 13 pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo y bueno. 14 Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni culpa. 15 Tengan en cuenta que la paciencia con que nuestro Señor nos trata es para nuestra salvación.


 

Marcos 1:1-8 (DHH)

1 Principio de la buena noticia de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios. 2 Está escrito en el libro del profeta Isaías: "Envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino. 3 Una voz grita en el desierto: 'Preparen el camino del Señor; ábranle un camino recto.' " 4 Y así se presentó Juan el Bautista en el desierto; decía a todos que debían volverse a Dios y ser bautizados, para que Dios les perdonara sus pecados. 5 Todos los de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén salían a oírlo. Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en el río Jordán. 6 La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello, y se la sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; y comía langostas y miel del monte. 7 En su proclamación decía: "Después de mí viene uno más poderoso que yo, que ni siquiera merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. 8 Yo los he bautizado a ustedes con agua; pero él los bautizará con el Espíritu Santo."


 

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[1] La Bibla de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas.

Las porciones bíblicas son tomadas de La Biblia de estudio : Dios habla hoy. 1998 (electronic ed.). Miami: Sociedades Bı́iblicas Unidas. Todos los derechos reservados El texto de los salmos es tomado del Libro de Oración Común 1979 La Iglesia Episcopal. Algunas de las lecturas del Antiguo Testamento tiene un texto alterno con su propio salmo. Texto encerrado en [ ] es opcional. Texto en { } para hacer claro el texto que sigue.